El tianguis, espacio en donde coinciden personas de diferentes creencias, hábitos, costumbres y necesidades, es también un lugar de intercambio comercial, pero sobre todo, hoy como antaño, de intercambio cultural.
«Desde que Dios amanece estamos aquí, no nos vamos hasta no vender todo.»
La palabra tianguis proviene del náhuatl »tianquiztli» que significa mercado. Ya desde la época prehispánica, existían estos lugares como sitios de culto y de trueque, estaban muy bien reglamentados y vigilados, ya que era un consejo de diez personas quienes se encargaban de juzgar los problemas que surgían entre vendedores y marchantes, el infractor era castigado con la muerte en el momoxtli, que era un templete redondo; caso contrario son los tianguis actuales, en donde la intervención de las autoridades gubernamentales se reduce a cobro de uso de suelo.
La economía informal de los tianguis, se desarrolla principalmente como alternativa para la obtención de recursos económicos que permitan solventar el gasto familiar que cada vez se acentúa con los tiempos que vivimos ahora.
Las ciudades como Cancún, no son la excepción, en este lugar, en donde se registra uno de los mayores índices de crecimiento poblacional, debido a la vocación turística que lo caracteriza, podemos encontrar los tianguis en cada región cada cierto día, es una manera de activar la economía local de la población.
En la Región 101, se encuentra el tianguis más grande y conocido de la ciudad, todos los domingos por la mañana se dan cita quienes tienen algo que vender, los marchantes o simplemente quien gusta ir de paseo. Los cancunenses sugieren llegar temprano y llevar protección solar, ya que la caminata es extensa y bajo los abrasadores rayos del sol.
«Hay muchas cosas. Todos los domingos hay algo nuevo o algo que siempre encontrarás.»
Susana, 27 años.
Antrp. Karen Marín.
