Las autoridades ambientales del “gobierno del cambio” aún no realizan acciones ante las descargas de aguas residuales que ponen en riesgo la Laguna de Bacalar.
Desde hace más de dos años se ha señalado que la insuficiencia en plantas de tratamiento de aguas grises y negras, provenientes de actividades urbanas y agrícolas, permite la entrada de fósforo, el cual contamina la laguna y, de no atenderse esta situación de forma inmediata, podría incluso propiciar el cambio en el color del agua.
Estudios técnicos han revelado el daño a la laguna y a los estromatolitos por las actividades náuticas, descargas de aguas residuales y porque bañistas, ante la carencia de baños, hacen sus necesidades dentro del cuerpo lagunar.