En medios de todo el país retumba la noticia de que el Dr. Alfredo López Austin (1936-2021) ha fallecido a sus 85 años de edad; siempre apasionado de su trabajo, hace cinco años comentó que su oficio “tiene momentos de satisfacción, momentos de duda, momentos en que uno quiere rectificar el camino y tiene que hacerlo. En términos generales nunca me he desanimado, por el contrario, he llegado a una edad en la que muchos me dicen deja de trabajar, y digo: Si dejo de trabajar pierdo uno de los factores más placenteros de mi vida. Tengo derecho a seguir disfrutando de mi trabajo”.
Incansable investigador y docente, a quien debemos la formación de muchos profesionistas en el ámbito de las ciencias sociales y humanidades, cosechó en vida títulos, premios y reconocimientos muy merecidos, seguramente habrá más póstumamente.
El ciudadano quien desde su trinchera alzó la voz en nombre de los pueblos originarios de México:
“No hay perdón para regímenes coloniales
Yo no exijo al pueblo español que pida perdón por las atrocidades de la Colonia. No estoy dispuesto a perdonar la infamia de los regímenes coloniales.
Yo no exijo al actual pueblo español que pida perdón por actos que no le fueron propios.
No perdono. Conservo mi repudio hacia los explotadores y expoliadores actuales que subyugan a los más débiles con promesas de paraísos celestes, de culturas superiores, de progreso y desarrollo.
No perdono al colonialismo, ajeno o interno, que desangra a los pueblos indígenas, llamándolos hipócritamente connacionales o hermanos y los considera retrasados, infantiles, incultos, incapaces de decisiones justas, para así arrogarse el derecho de decidir por ellos, negando su derecho de libre determinación al forjar, por propia voluntad, su propio destino.
Yo, mexicano, no perdono al México racista que ha prolonga-do por dos siglos la injusta situación heredada del colonialismo hispano.
Alfredo López Austin, ciudadano.
(Carta de Alfredo López Austin, Correo Ilustrado, La Jornada)
Desde nuestra editorial, lamentamos su fallecimiento, la lucidez con la cual nos ha invitado a reflexionar sobre la herencia de los pueblos originarios de este país y su situación actual, muchas veces ha sido vertida en este medio de comunicación. Ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a familiares, amigos y a toda persona que sienta profunda tristeza con su partida.
Descanse en paz, un gran maestro…