La Universidad Autónoma de Quintana Roo (UQROO) ha sido escenario de una manifestación por parte de estudiantes y personal docente en medio de la inconformidad por la desaparición de las carreras de antropología y relaciones internacionales, entre otras, y de denuncias de acoso laboral, represión y el distanciamiento de las autoridades universitarias.
La manifestación tuvo como objetivo la renuncia del rector Francisco López Mena y su equipo de colaboradores. La comunidad universitaria ha denunciado la ineptitud e ineficiencia en materia educativa, atentados contra las prestaciones de pagos y derechos de los trabajadores, nulo apoyo a la educación, así como el no proporcionar los recursos necesarios para las carreras y academias, nepotismo y tráfico de influencias.
Profesores-investigadores, integrantes del Colegio de Académicos de la UQRoo, afirmaron que en los últimos cuatro años el rumbo de la universidad ha tenido una seria desaceleración tras la reciente reestructuración de su organización funcional impulsada por la Rectoría.
La UQRoo se encuentra en un momento crítico, ya que el 30 por ciento de los programas de licenciatura han perdido su reconocimiento de programas de calidad, los programas de posgrado están cerrando o salen del Sistema Nacional de Posgrados de CONACYT, falta financiamiento para la investigación y actividades para la formación del estudiantado, la infraestructura se ha deteriorado y el clima laboral para el personal académico y de apoyo administrativo se ha vuelto tenso y amenazador.
Los maestros inconformes señalaron que la propuesta del rector López Mena busca responsabilizar al personal docente de la actual situación de la universidad, y que por ello es necesario «apretar las tuercas para enderezar la rueda». La propuesta del rector López Mena ignora elementos fundamentales de los modelos académico, educativo y curricular de la propia Universidad.
Esta manifestación es el primer paso en la lucha por la defensa de la Universidad de Quintana Roo, y durante la misma, estudiantes y docentes han portado pancartas para rechazar lo que llamaron «neoliberalismo rancio» que impulsa el rector, además de rechazar las carreras de ciencias sociales.
Comunicadores Urbanos