La Expofer de Chetumal, una de las ferias más importantes del sur de Quintana Roo, tendrá una nueva sede en un terreno pantanoso que requiere estudios de impacto ambiental y una inversión federal de 250 millones de pesos. Sin embargo, el proyecto aún no ha comenzado a limpiar el área ni a obtener los permisos necesarios, lo que pone en riesgo su conclusión antes de que termine el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Así lo reconoció el titular de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus) en Quintana Roo, Armando Lara De Nigris, quien aseguró que se encuentran en la etapa de diseño del proyecto, que abarcará una superficie de 21 hectáreas. Lara De Nigris dijo que se tiene que invertir un recurso para contar con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) y presentarla a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para su aprobación.
“Se está trabajando en el proyecto, habrá que hacer estudios medioambientales, etcétera, y estamos en ese proceso”, afirmó. El funcionario admitió que no tienen fecha de inicio de obras, pero dijo que tienen que iniciar este año, dado que los recursos autorizados son federales y el próximo año habrá un cambio de gobierno.
La nueva sede de la Expofer de Chetumal pretende ofrecer grandes atractivos en el teatro del pueblo, así como una expo comercial, agrícola, artesanal y gastronómica. Además, contará con eventos deportivos, coronación de reina de la feria, bailes de feria, juegos mecánicos e importantes artistas y grupos musicales.
La Expofer de Chetumal se realiza desde hace 47 años y es una de las tradiciones más arraigadas de la capital quintanarroense. Sin embargo, los últimos dos años no se ha celebrado debido a la pandemia de covid-19. La edición 2022 está prevista del 14 al 30 de octubre.
Mientras tanto, el terreno donde se realizaba la feria anteriormente está siendo desmantelado por maquinaria pesada que realiza la demolición de las estructuras y nivelación del suelo. Aunque no se ha formalizado la venta del predio entre la Agencia de Proyectos Estratégicos (Agepro) y el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), se presume que será utilizado para el proyecto del Tren Maya.
Los sindicatos que participaban en la organización de la feria han expresado su inconformidad por el cambio de sede y la falta de transparencia en el proceso. Asimismo, han manifestado su preocupación por el impacto ambiental que tendrá la construcción en un área pantanosa y por el destino de los trabajadores que dependían de la feria.
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