Apicultores de la zona maya de Tulum enfrentan dificultades debido a la poca demanda en el mercado internacional de la miel, lo que ha provocado una caída en el precio del endulzante a menos de 30 pesos por kilo.
Esta situación ha sido especialmente dura para los productores locales, quienes en años anteriores han podido vender la miel a un precio de hasta 50 pesos por kilo.
La apicultura es una actividad milenaria que se practica en la región mesoamericana desde épocas prehispánicas por parte de pobladores mayas.
México es hábitat de una amplia variedad de abejas, calculada en cerca de dos mil especies. La especie más común es la Apis mellifera, que forma colonias sociales de miles de individuos.
La miel es el principal producto por peso y valor que se obtiene de las colmenas. El segundo en importancia es la cera, seguida del polen, propóleos y jalea real.
Sin embargo, los apicultores de Tulum se han visto afectados por la falta de floración natural por la sequía y el abandono de las autoridades. Ante esta situación, han recurrido a la alimentación de las abejas con azúcar para evitar muertes masivas.
Patricio Tamay Dzib, residente del poblado Chanchen Palmar en Tulum, explicó que muchos apicultores se han visto obligados a vender la miel a precios muy bajos para poder comercializarla. “El precio de la miel está muy por debajo de lo justo, pero muchos apicultores no tienen otra opción”, dijo Tamay Dzib.
Además de los bajos precios, los apicultores también se enfrentan a los altos costos de producción. Tamay Dzib señaló que muchos de ellos han optado por dejar la miel en las colmenas debido a que no recuperan el dinero que invierten en insumos para procesarla, como cajas, cera, tapa, piso y contenedores.
A pesar de estas dificultades, Tamay Dzib ha encontrado una solución para vender su miel: la transforma en otros productos como velas. “Estoy sacando dos toneladas de miel, vendo una tonelada al mayoreo y el resto lo vendo durante todo el año en otros productos procesados”, explicó.
Los apicultores locales pronostican que este 2023 será de recuperación y mejor producción de miel, luego de dos años en los que se registraron pérdidas de colmenas y abejas. Sin embargo, la situación no es fácil para todos los apicultores de la zona, ya que solo una empresa llamada Oaxaca Miel está comprando el producto natural. Los compradores justifican la baja demanda internacional, aunque Tamay Dzib asegura que esto no tiene nada que ver con la calidad de la miel.
A pesar de la sequía que ha afectado a la región, las abejas han estado produciendo miel en las colmenas desde enero. La preocupación principal para los apicultores es el precio, que se ha mantenido muy por debajo de lo justo.
Con información de la Jornada Maya
