El gobierno federal anunció la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (insabi), creado en 2020 como un órgano descentralizado de la Secretaría de Salud, con el objetivo de brindar servicios de salud gratuitos y de calidad a todas las personas que no cuentan con seguridad social.
La decisión se tomó tras una evaluación del desempeño del insabi, que reveló deficiencias en el abasto de medicamentos, la infraestructura, el equipamiento y el personal médico, así como irregularidades en el manejo de los recursos públicos.
El presidente de la República informó que el insabi será sustituido por una nueva institución, que tendrá como prioridad garantizar el derecho a la salud de todos los mexicanos, sin distinción ni discriminación. Asimismo, aseguró que se respetarán los derechos laborales de los trabajadores del insabi y que se fortalecerá la coordinación con los gobiernos estatales y municipales para mejorar la atención sanitaria.
La desaparición del insabi generó diversas reacciones entre los actores políticos y sociales. Algunos sectores aplaudieron la medida y reconocieron el fracaso del modelo implementado por el actual gobierno. Otros criticaron la falta de planeación y de transparencia en el proceso de transición y exigieron que se garantice la continuidad de los servicios de salud para la población más vulnerable.
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