¿Sabías que el Museo del Prado de Madrid tiene una copia de la famosa Gioconda de Leonardo da Vinci?
No se trata de una imitación cualquiera, sino de una obra realizada en el mismo taller del genio italiano, al mismo tiempo que él pintaba la original.
Te contamos los detalles de este hallazgo que ha revolucionado el mundo del arte.
La copia de la Gioconda del Prado es una pintura al óleo sobre tabla de nogal, con unas dimensiones muy parecidas a las de la obra maestra del Louvre (76×57 cm la copia, 77×53 cm la original). Hasta hace poco, se creía que era una reproducción posterior, pintada sobre un fondo negro que ocultaba el paisaje toscano del fondo.
Sin embargo, tras un proceso de restauración, se ha descubierto que el fondo negro fue añadido después y que debajo se esconde el mismo paisaje que el de la Mona Lisa francesa.
Pero eso no es todo. Los restauradores también han encontrado que las rectificaciones que hizo Leonardo da Vinci en su obra se repiten en la copia, lo que demuestra que el autor de esta última tuvo acceso directo al proceso creativo del maestro y pudo ver los cambios que introducía en su pintura.
Esto significa que la copia se hizo simultáneamente y en el mismo taller de Da Vinci, lo que le otorga una relevancia histórica y artística extraordinaria.
¿Quién fue el autor de esta copia tan fiel? Los expertos del Prado y del Louvre coinciden en señalar que se trata de uno de los dos discípulos más cercanos a Leonardo: Andrea Salai o Francesco Melzi.
Ambos acompañaron al pintor en sus últimos años de vida y heredaron parte de su legado.
Salai era un joven travieso y seductor, al que Leonardo llamaba “pequeño diablo”.
Melzi era un noble culto y refinado, al que Leonardo consideraba su hijo adoptivo.
La copia de la Gioconda del Prado ha sido restaurada y expuesta al público por primera vez en 2022, coincidiendo con el quinto centenario de la muerte de Leonardo da Vinci.
Se trata de una oportunidad única para admirar una obra que arroja luz sobre el enigma de la sonrisa más famosa del mundo y que revela el talento y la complicidad de los discípulos del genio renacentista.
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