Es bien sabido que las culturas antiguas de la humanidad, han sido grandes observadores del cielo y los fenómenos visibles desde la tierra, para lo cual emplearon instrumentos y construcciones que facilitaron un monitoreo cíclico.
Los mayas construyeron complejos edificios que marcaban los fenómenos importantes para la sobrevivencia, como lo son la época de siembra, de lluvias y el término de la misma. Del 22 al 24 de este mes de mayo se registrará el fenómeno arqueoastronómico del sol en el cenit, en Acanceh, Aké, Chichén Itzá, Dzibilchaltún, Oxkintok, y Uxmal, informó el astrónomo yucateco Eddie Ariel Salazar Gamboa.
Este evento marca el fin del período de 55 días con mayor iluminación solar, pues a partir de esta fecha, la duración del día es cada vez menor. Destacó que dos veces al año, del 22 al 24 de mayo así como del 18 al 20 de julio, los objetos verticales no generan sombra, tal el caso de una persona parada, pues el Sol “está justo sobre nuestras cabezas”.
También resaltó el conocimiento astronómico de los sacerdotes mayas ya que en este mes, el Sol se encuentra justo en la constelación de Tauro, a un costado de las Pléyades, la cual se encuentra justamente en el cenit antes del solsticio de invierno, es decir, dentro de seis meses estará justo sobre nuestras cabezas. Los mayas conocían a las Pléyades como “Tzab”, que significa cascabel de una serpiente de cascabel, símbolo de Kukulcán, lo que remarca su importancia.
“No es casual la construcción de edificios alineados al Sol y a la Luna, con respecto a los equinoccios y solsticios, así como los pasos cenitales e incluso, los planetas visibles, estrellas y constelaciones”, puntualizó.
Cabe señalar que durante los días del Sol cenital, y sobretodo los días después, la temperatura del planeta y sobre todo de las zonas intertropicales suelen subir, y eso es debido a que el Sol, al estar perpendicularmente sobre el ecuador, tiene menos distancia que recorrer para llegar a la superficie, lo que hace que esta se caliente mucho más. Recuerda proteger tu piel y mantener una muy buena hidratación y no confiarse, ya que los rayos solares pueden ser engañosos.
Si estás pensando en acudir a presenciar este fenómeno en alguna de las zonas arqueológicas mencionadas pon atención a esta información: el lunes 22, el Sol saldrá a las 6:18 horas y se pondrá a las 19:32 horas. Mientras que el miércoles 24, aparecerá a las 6:17 horas y se ocultará a las 19:33. El fenómeno se registrará al mediodía del lunes 22 en Uxmal y Oxkintok, así como del martes 23 en Chichén Itzá, y del miércoles 24, en Acanceh, Aké y Dzibilchaltún.
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