Las playas de arenas blancas y las aguas color turquesa del mar Caribe son imágenes emblemáticas de la ciudad maya de Tulum, México. Situada en la Riviera Maya, es conocida por ser uno de los pocos asentamientos mayas edificados en la costa, y el único con una vista impresionante del mar. Sin embargo, ¿sabías que Tulum no es la única ciudad maya construida a orillas del mar?
La antigua civilización maya se extendió a lo largo de lo que ahora es el sur de México, Guatemala, Belice y partes de Honduras y El Salvador. Dentro de este vasto territorio, Tulum no es la única ciudad que tuvo la suerte de disfrutar de la brisa marina.
Uno de los ejemplos es Cerros, en Belice. Situada en la desembocadura del Río Nuevo, Cerros fue un importante centro de comercio y una ciudad próspera durante el Preclásico Tardío (400 a.C. a 250 d.C.). Sus residentes disfrutaron no solo del mar Caribe sino también de un fértil estuario fluvial.
Además, en la península de Yucatán, en México, se encuentra la ciudad maya de Xel-Há. Aunque no es tan conocida como Tulum, es una ciudad portuaria que jugó un papel esencial en las rutas comerciales marítimas de la civilización maya. En su apogeo, Xel-Há fue un próspero centro de comercio donde los bienes de todo el mundo maya, y más allá, eran intercambiados.
Otra ciudad portuaria esencial en las rutas comerciales marítimas fue la ciudad de Oxtankah, localizada en la Bahía de Chetumal en el actual estado de Quintana Roo, México. Esta ciudad fue uno de los primeros asentamientos mayas en la región y se cree que fue un importante centro ceremonial.
Por tanto, si bien Tulum es sin duda un espectacular representante de la herencia maya a orillas del mar, la verdad es que no está sola. La civilización maya, con su rica historia y su extenso alcance, ha dejado numerosos testimonios de su existencia junto a las costas de América Central. Estas ciudades, aunque menos conocidas, son también muestras vivas de una civilización fascinante que supo unir el mar y la tierra en perfecta armonía.
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