Era un día como cualquier otro en Cancún, Quintana Roo. Una madre de familia se dirigió a la escuela de sus hijos, recogió a sus niños, de regreso a casa les preguntó cómo les fue en sus clases y lo que escuchó fue el relato de uno de ellos, describiendo una escena perturbadora: un pequeño grupo de niños, en pleno recreo, habían triturado pastillas de menta para jugar de a mentis, a que consumían sustancias.
Aunque solo fue un juego, el incidente es una clara representación alarmante de cómo los hábitos de los adultos están siendo absorbidos e imitados por los niños. Este tipo de comportamiento se está convirtiendo en su nueva «normalidad». Cancún no es un caso único, en todo México, las autoridades están cada vez más preocupadas por el creciente problema del consumo de sustancias en las escuelas.
Para enfrentar este problema, la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha lanzado una campaña nacional de concientización y prevención de las adicciones entre los jóvenes.
Bajo el lema «Si te drogas te matas», la campaña busca concienciar a los estudiantes sobre los efectos perjudiciales de las sustancias y cómo estas pueden alterar su vida.
La estrategia incluye la divulgación de un documento titulado «Orientaciones para madres, padres y familias», que ofrece información y recomendaciones para fortalecer la comunicación y la solidaridad en el núcleo familiar y la comunidad escolar.
La campaña comenzó el 17 de abril y se extenderá hasta el final del ciclo escolar 2022-2023. Se enfoca principalmente en estudiantes de secundaria y bachillerato, y se implementa en las aulas con al menos tres intervenciones semanales, en las que se informa a los alumnos sobre los daños a la salud que causa el consumo de sustancias psicoactivas. Además, se han desarrollado materiales educativos que se distribuirán en todas las escuelas, incluyendo guías para docentes, trípticos e infografías, y se están difundiendo mensajes de concientización en los medios de comunicación y redes sociales.
La SEP también se preocupa por el acoso escolar y está trabajando para fortalecer los valores y la convivencia entre los estudiantes. Para hacer frente a cualquier acto de violencia, las autoridades educativas y los supervisores escolares establecen una comunicación inmediata con los involucrados y sus familias, y en algunos casos, con las autoridades de salud y de procuración de justicia.
La lucha contra las sustancias en las escuelas de México es un desafío que requiere la colaboración de todos: autoridades, maestros, alumnos, padres y madres de familia, e incluso los medios de comunicación.
Aunque la situación pueda parecer desalentadora, el trabajo conjunto y la concientización pueden marcar una diferencia significativa en la vida de nuestros niños y jóvenes.
Como sociedad, debemos hacer todo lo posible para evitar que situaciones como la de Quintana Roo se conviertan en la nueva normalidad.
Comunicadores Urbanos
