En el tejido del sistema educativo de Quintana Roo, un preocupante drama está en curso. Once valientes maestras de preescolar, que obtuvieron su espacio en aulas de Chetumal a través de concursos de oposición, enfrentan un vendaval de hostigamiento e intimidación. Parece que la Secretaría de Educación y la Sección 25 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación desean desplazarlas de los puestos ganados justamente.
Las maestras, Nahima García y Nayandure Espadas, relatan una campaña persistente de presión desde el inicio del ciclo escolar actual. Han intentado dialogar, pero sus intentos han sido desestimados. Incluso apelaron a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, aunque sin resultados.
Sin embargo, estas educadoras no se dan por vencidas. Han hecho llegar su situación al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Aguardan una respuesta, aguardan justicia.
Mientras esperan, se preparan para emprender protestas y defenderse legalmente contra los intentos de desplazarlas, anticipando tácticas arteras en este proceso. Afortunadamente, no están solas. El Sindicato Independiente de Trabajadores de México ha brindado su apoyo.
«No hay argumentos para lo que pretenden… Todo está en orden pero quieren obligarnos a dejar esos espacios libres, no sabemos con qué fin», lamenta Nayandure Espadas. En medio de la lucha, estas once maestras continúan resistiendo, buscando justicia y el derecho a ejercer la profesión que aman.