¡Es cierto, así como lo lees! Esta «glorieta», a menudo tan invisible como un fantasma, está ahí para garantizar, ¡la seguridad de todos en la vía!
Sí, sí, ese acto de cortesía vial, ese pequeño desvío que haces al dar vuelta en U, como si estuvieras trazando una glorieta imaginaria, no es solo un detalle estilístico de tu conducción. Es un gesto de respeto y consideración hacia los demás usuarios de la carretera.
Ya sé, ya sé, a veces sientes la tentación de dar esa vuelta en U de manera más directa, especialmente cuando te sientes como en la escudería de la F1. Pero recuerda, amigo conductor, que no estás solo en la pista.
Hay camioneros que transportan mercancías, motociclistas apurados, ciclistas pedaleando con todas sus fuerzas, madres con carriolas que van al parque, y abuelitos que cruzan la calle con un paso lento pero seguro.
Ese microcosmos de vida urbana depende de ti, de tu respeto por esa glorieta imaginaria, de que manejes con precaución y des prioridad a los demás.
Entonces, la próxima vez que vayas a dar vuelta en U, no hagas como si estuvieras jugando a las carreras. Piensa en esa glorieta imaginaria, trázala en tu mente y dale la vuelta como si fuera real.
Esta «glorieta» no es un desafío a tu habilidad al volante, no es un adorno callejero ni una línea imaginaria.
Es una regla, es un derecho y, sobre todo, es una garantía de seguridad.
¡Sí, aunque parezca una locura, las carreteras no son solo para los coches! Así que, querido lector, ya sabes, si vas a dar vuelta en U, recuerda esa glorieta imaginaria.
Es tiempo de desacelerar, no de acelerar.
Comunicadores Urbanos
