El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha dirigido las acusaciones hacia la administración anterior por las irregularidades en la compra y mantenimiento de los elevadores de los hospitales, en el contexto de la investigación de la trágica muerte de la niña Aitana en un elevador en Playa del Carmen.
La entidad informó que los elevadores Hitra fueron adquiridos en mayo de 2016. Este lote incluía 181 elevadores, con un costo de 558 millones de pesos, lo cual incluía mantenimiento y garantía por cinco años. Sin embargo, el expediente muestra cambios sustanciales en los términos de la licitación, así como modificaciones significativas en las características de los equipos y los participantes.
Este caso ejemplifica un intento de justificar la ineficiencia de la institución, desviando la atención hacia problemas del pasado. No obstante, la realidad actual del IMSS va más allá de los problemas con los elevadores. Existen otros problemas evidentes que afectan a los pacientes de Quintana Roo día a día, como la mala atención, la falta de aires acondicionados en los quirófanos, y la presencia de hongos en los plafones de las salas de recuperación. Estas deficiencias apuntan a una institución que parece estar cada vez más alejada de su función principal: proporcionar un servicio de salud de calidad como contraprestación al pago descontado a cada trabajador.
Además, la Asociación Mexicana de Empresas de Escaleras Eléctricas mostró su preocupación por la adjudicación a empresas no reconocidas como especialistas en el ramo. Esta asociación llamó a revisar las condiciones de las empresas, aunque hasta ahora, el IMSS no ha encontrado evidencia de que se haya seguido este consejo.
Respecto al mantenimiento de los elevadores, el primer contrato con la empresa Sitravem se firmó en 2019. El proceso inició en diciembre de 2018 y concluyó en enero de 2019, unos días antes de que el encargado, Fernando Luis Olimón, abandonara su puesto. A pesar de su fundación reciente en mayo de 2019, Sitravem ya ha acumulado un total de 30 contratos por un valor de 35 millones de pesos.
Es crucial para el IMSS redirigir sus esfuerzos hacia el mejoramiento de los servicios de salud y la infraestructura hospitalaria. Esto incluye asegurar la transparencia en sus procesos de licitación y asignación de contratos, y sobre todo, centrarse en la calidad y seguridad de la atención al paciente.
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