La sensación térmica que se experimenta al aire libre mientras vivimos el día a día aquí en Quintana Roo llega a ser insoportable sobre todo en los meses que corresponde a la primavera y verano, a veces ni a la sombra ni la brisa de la bahía de Chetumal amaina el calor y mucho menos si permaneces encerrado en un aula con algunos ventiladores, uno como quiera, pero las criaturas, qué culpa tienen de estar en una institución pública donde las autoridades, lejos de ayudar a la comunidad, quizá solo ven su propio beneficio con signo de pesos.
Un grupo de padres de familia, preocupados por la necesidad de sus pequeños hijos, quienes cursan el preescolar y maternal, han tomado la iniciativa para hacer más confortable la estancia de sus bebés en el CIPI Moots Ya’axché, cuya dirección está a cargo de la Lic. Gabriela Díaz Arizmendi; ellos se han organizado para poner aire acondicionado a las aulas, han hecho el trabajo de cotización e incluso uno de los padres de familia, quien tiene como oficio la instalación de aires acondicionados, se ha ofrecido a ser quien los instale, ya que su economía no le permite cooperar con recurso económico.
Sin embargo, se han topado con pared al acudir con la directiva, quien les ha dicho que ella ya cotizó en una tienda departamental muy conocida y que es parte de la vida de muchos chetumaleños la cantidad de 40, 000 pesos por cada aire acondicionado de 36000 BTU 220 V con todo e instalación, según esto y que como son 12 aulas, la cantidad asciende a 480, 000 pesos que deben juntar todos los padres de familia que quieren que sus niños tengan el beneficio del aire acondicionado, cuando la cotización que han realizado de los padres de familia ha sido de menor costo y con alternativas plausibles para que todos cuiden su bolsillo, de lo contrario tendrían que desembolsar alrededor de 4000 pesos por persona y pasarse todo el año escolar haciendo actividades para recaudar los fondos.
Lo más indignante es que miembros del comité de padres de familia, lejos de velar por el beneficio de los pequeños, parecen estar del lado de la directiva del CIPI, ya que ante los cuestionamientos de padres y madres de familia les ha aconsejado que busquen otra escuela para sus hijos “El grupo de investigadores A. Estoy de acuerdo, es caliente. Mi propio hijo estuvo ahí el año pasado y nada pasó papitos. Es capacidad de adaptación tanto nuestra como de los niños. Esa es solo mi opinión… Nosotros como papas elegimos la escuela de nuestros hijos, hay muchas opciones en la ciudad donde ofrecen servicios con áreas climatizadas. Sin necesidad de donar nada”.
El punto más crítico es que, el DIF ha dado el permiso para que los padres de familia donen los aires acondicionados, prometiendo que ellos se harían cargo de la instalación; sin embargo en la cotización ofrecida por la directiva de la institución, se contempla un costo de instalación que correrá a cuenta de los padres de familia y si uno de los padres ha ofrecido su mano de obra para hacerlo en el aula donde su hijo cursa, por qué limitan los esfuerzos de la comunidad para lograr los objetivos que deberían ser de todos: el bienestar de los pequeños.
Asimismo, queda en el aire el asunto de la cotización de 40,000 pesos contra la de los padres de familia que es menos costosa… De qué se trata.
Hacemos un llamado a las autoridades del DIF Quintana Roo para que solucionen esta controversia por la falta de comunicación entre las partes involucradas y que el objetivo no sea más que el bienestar de los chiquitines.
Comunicadores Urbanos
