El reconocido espeleólogo Guillermo DChristy ha revelado preocupantes efectos ambientales en Nohoch Nachich, parte del río subterráneo más largo del mundo, a raíz de las obras del Tren Maya.
Este sistema de cuevas y ríos subterráneos, descubierto en 1988 y situado aproximadamente a 16 kilómetros al sur de Akumal, no solo es un fenómeno natural de gran importancia, sino también un hábitat vital que conecta con el Mar Caribe. En su interior, se han descubierto hasta 111 cenotes subterráneos, testigos de una rica biodiversidad y patrimonio natural.
DChristy ha observado una drástica reducción en la visibilidad dentro de este sistema acuático, la cual ha disminuido a solo un 50%. Además, señala un impacto alarmante en la flora subacuática: «Las raíces tan bonitas que se encuentran un kilómetro adentro están blanqueándose debido a la acumulación de sedimentos», afirma. Este cambio indica un deterioro significativo en la calidad del agua y en el ecosistema subterráneo.
Este daño ambiental, según el espeleólogo, es directamente atribuible a las obras del Tren Maya, un proyecto de infraestructura que ha sido objeto de debate por sus potenciales impactos ecológicos. La situación en Nohoch Nachich resalta la necesidad urgente de evaluar y mitigar los efectos de grandes proyectos de desarrollo en ecosistemas frágiles y únicos como este.
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