Un reciente estudio realizado en las costas de la Bahía de Chetumal ha revelado la presencia de altas concentraciones de metales pesados, incluyendo arsénico, hierro y zinc.
Los hallazgos fueron presentados por Carlos Alberto Niño Torres, investigador especializado en grandes especies marinas, durante el informe preliminar del estudio «Evaluación de metales pesados en Tursiops truncatus de la Península de Yucatán», en el Seminario Permanente de la División de Desarrollo Sustentable de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo (UQRoo).
El especialista indicó que los niveles de zinc encontrados en la Bahía de Chetumal promediaron alrededor de 500 miligramos por kilogramo, mientras que el hierro superó los 600 miligramos por kilogramo y el arsénico rondó los 300 miligramos por kilogramo. Especialmente alarmante es la concentración de arsénico, considerada muy alta y vinculada a la acumulación de sargazo pelágico en la costa del Caribe.
Un aspecto crucial es que la dosis letal de trióxido de arsénico ingerido en humanos oscila entre 70 a 180 miligramos, o alrededor de 600 microgramos por kilo/día. Además, se ha detectado una alta presencia de arsénico en las poblaciones de Tursiops truncatus (delfín nariz de botella), sugiriendo que este metaloide podría originarse en el sargazo pelágico que afecta al Caribe y las costas de la Península de Yucatán.
Niño Torres explicó que si el sargazo es una fuente de arsénico, esto se debe a su capacidad de bio-absorción de este metaloide, que probablemente proviene de actividades mineras en las cuencas de los ríos amazónicos.
Este estudio, liderado por Carlos Alberto Niño Torres, se lleva a cabo en colaboración con investigadores de la Universidad Autónoma de Yucatán, la Red de Varamientos del Estado de Quintana Roo, y cuenta con el apoyo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología.
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