Un extenso derrame de hidrocarburos se ha producido en el Golfo de México, abarcando una superficie de 467 kilómetros cuadrados, de acuerdo con la información proporcionada por Gabriela Gómez Rodríguez, académica del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La fuga de hidrocarburos se originó en los campos Ek Balam, que forman parte del Complejo Cantarell de Petróleos Mexicanos (Pemex), situado en el sureste de México, y ha sido rastreada hasta el Golfo de México.
La especialista indicó que el derrame fue detectado el 12 de julio y, según las estimaciones, podría alcanzar las costas de Estados Unidos. El análisis de imágenes satelitales y mapas sugiere que la mancha de hidrocarburos está desplazándose hacia el este-noreste, por lo que podría llegar a las costas de Veracruz, Tamaulipas o incluso a las de Estados Unidos.
Varias organizaciones ambientalistas, entre ellas Greenpeace, lanzaron una alerta el pasado lunes acerca del derrame, que tuvo lugar en la misma zona en la que se produjo un incendio en la plataforma de Pemex Nohoch-A, en la Sonda de Campeche, el 7 de julio pasado. Las imágenes satelitales evidenciaban un derrame de crudo cubriendo una superficie aproximada de 400 kilómetros cuadrados al 12 de julio.
Por otro lado, Pemex reconoció que se produjeron dos fugas «mínimas» en su red de ductos en los campos Ek Balam, pero negó que el derrame alcanzara los 400 kilómetros cuadrados, como señalaban las organizaciones.
Según la petrolera, la fuga fue de 58 metros cúbicos, equivalente a 365 barriles de petróleo, y afectó una zona estimada de 0.06 kilómetros cuadrados con una capa de petróleo de menos de un milímetro de espesor.
Este derrame ha generado alarma entre la comunidad científica y ambientalista, quienes aguardan que las autoridades y Pemex ofrezcan mayor información acerca de las causas y el impacto de este desastre ecológico en el Golfo de México.
Comunicadores Urbanos
