Musk se disculpa con Trump, pero el escándalo no para

En la madrugada del miércoles, Elon Musk publicó un mensaje inesperado en su red social X: una disculpa abierta a Donald Trump. “Fui demasiado lejos”, escribió el empresario, tras una semana de ataques directos al expresidente, a quien llamó “impulsor de una abominación fiscal”.

La disculpa llega después de un cruce violento que comenzó cuando Trump defendió su nuevo proyecto de gasto público en el Senado. Musk lo criticó duramente, llamó al plan “repugnante” y acusó al Congreso de quebrar al país.

Trump, desde Truth Social, respondió llamándolo “desleal” y “desquiciado”. También amenazó con retirarle contratos millonarios con el gobierno. La tensión escaló al punto de que Musk llegó a insinuar que el expresidente está implicado en documentos clasificados relacionados con Jeffrey Epstein. Subió fotos y videos antiguos donde se ve a ambos juntos.

Mientras sus seguidores elegían bandos, se filtró que Trump no descartaba una reconciliación. “No le guardo rencor”, dijo en un pódcast grabado antes de la disculpa. Pero unas horas después cambió el tono: afirmó no estar interesado en hablar con alguien que, meses atrás, había donado casi 300 millones de dólares a su campaña.

El exasesor Steve Bannon exigió que Musk fuera investigado por consumo de drogas y hasta deportado. Musk no respondió directamente, pero continuó publicando datos comprometedores, lo que llevó al debate a niveles que rozan lo conspirativo.

El drama en Washington solo se calmó cuando estallaron protestas masivas en Los Ángeles contra la política migratoria del presidente. La atención mediática cambió de foco tras el envío de la Guardia Nacional a las calles angelinas.

Este episodio no solo expone el colapso de una relación entre aliados poderosos. Muestra, además, hasta qué punto se han borrado los límites entre política, negocios y espectáculo en Estados Unidos.

En tiempos donde una disculpa ya no basta, la lucha por el poder se libra a tuitazos… y lo que sigue es impredecible.