El mes pasado se suscitó un hecho que exhibió la incapacidad del gobierno municipal de cumplir con la recolección de residuos sólidos urbanos (RSU) o basura en la capital del Estado, la verdad es que nadie quería en sus terrazas y traspatios, el olor insoportable a cadáver, aprovechaban las noches de madrugada para deshacerse de ella, improvisando tiraderos no muy lejanos de sus propias viviendas, creando con ello focos de infección por toda la ciudad de Chetumal. Debido a la problemática, un grupo de ciudadanos entusiastas tomaron el asunto en sus manos y comenzaron a recolectar la basura en camiones no hechos para ese fin, cobrando una módica cifra por vivienda. Es evidente que la basura representa un problema no sólo para el municipio de Othón Pompeyo Blanco, también para el Estado, el país y el mundo.
Según el Banco Mundial, en su informe sobre Los desechos 2.0: Un panorama mundial de la gestión de desechos sólidos hasta 2050 (i), nuestro país ocupó el primer lugar de los países de América Latina que generan más basura, tomando en cuenta que los países con mayor ingreso económico de sus habitantes, son los que producen más residuos sólidos urbanos. La región a la que pertenece México, no tiene un adecuado manejo del reciclado, pues este recae principalmente en el sector informal.
En el 2015 la cantidad promedio diaria de residuos solidos recolectada a nivel nacional fue de 104’349,962 Kg. según datos del INEGI; un dato que nos parece interesante es que a pesar de que nuestro Estado no forma parte de las primeras 11 entidades que mayor recolección diaria de residuos solidos urbanos tienen, ocupemos el tercer lugar en recolección diaria de basura por persona. Dicho comportamiento obedece a que Quintana Roo es un polo turístico; y la basura que generan el turista, los complejos hoteleros y comercios derivados de esta actividad, son incluidos a la hora de dividirla entre la población total. No obstante, lejos de ser un justificante, es algo que debe preocuparnos; pues de no hacer nada, pronto nos encontraremos nadando en un mar de basura.
Entre los municipios que mayor basura producen, están Benito Juárez, Othón Pompeyo Blanco y Solidaridad. Para el 2015 existían en Othón Pompeyo Blanco, alrededor de 23 vehículos con compactador para recolectar alrededor de 300,000 kilogramos de basura diaria.
Otro dato relevante, es que desde la administración anterior, no existen programas orientados a la gestión integral de los residuos sólidos urbanos más que en un municipio y desde luego, no es Othón Pompeyo Blanco; los demás niveles de gobierno, estatal y federal, bien gracias. Esto se vuelve más evidente a la hora de conocer cómo los quintanarroenses nos deshacemos de nuestra basura; encabezando la lista la recolección domiciliaria y en segundo lugar la quema, sí, seguimos quemando la basura porque la recolección domiciliaria no es suficiente, está de más mencionar el costo ambiental que tienen los rellenos sanitarios y a cielo abierto a donde va a parar nuestros desechos.
Coyunturalmente, este año, el cambio de administración municipal afectó los servicios de recolección de basura, muchos ciudadanos estuvieron dispuestos a pagar por el servicio y quisimos sondear si estarían de acuerdo en pagar un impuesto por dicho servicio, el cual deberá garantizar la oportuna recoja de basura. El 75% de los participantes estuvieron en desacuerdo y el 25% estuvieron de acuerdo, en un sondeo que abarcó a 2,822 personas.
Pocos ciudadanos comentaron sobre la separación de residuos, las compostas, el reciclaje; sin embargo, dijeron que ellos ya lo pagaban en su impuesto predial y quienes estaban a favor del cobro mencionaron la constitucionalidad del impuesto, citando el artículo 121 del capítulo XX de la ley de hacienda en donde se refiere a ello.
A fin de cuentas, no se trata de que la disposición final de la basura sea más rápida, eficiente y eficaz, sino de incidir en los estilos de vida y patrones de consumo de la población para disminuir su generación.
El problema de la basura es serio y es urgente la necesidad de implementar medidas educativas sobre el tema. La sensibilización de la población debe ser considerada como un elemento clave que mediante una planeación participativa logre su inclusión en programas de separación de residuos. Así mismo, los programas de los tres niveles de gobierno deben existir y coordinarse, mantenerse aún con cambios de administración y vigilarlos constantemente para su correcta operación. Hay que integrar a la sociedad, el sector empresarial, el comercial y el gobierno en un adecuado manejo de los residuos sólidos urbanos, pues de nada servirá concientizar a la población en la reducción de basura, separación y reciclaje sino existe la infraestructura adecuada para darle seguimiento.