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El Parque del Crucero

2004
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Uno de los obreros, al ver que se estacionó un auto corrió hacia el vehículo simulando preguntar si solicitaban algún servicio y empezó a gritar ¡Plomero, plomero! Mientras se reía, los demás lanzaban mentadas de enojo y otros con mejor humor se reían de la broma que había jugado.

En la Ciudad de Cancún, Municipio de Benito Juárez, existen dos parques principales reconocidos por los ciudadanos establecidos en el lugar, “El Parque de las Palapas” y “El Parque del Crucero”. Ambos son sitios de concurrencia durante la semana laboral, pero sobre todo lo son los fines de semana, cuando se llevan a cabo actividades culturales, recreativas o con fines políticos y civiles como manifestaciones y mítines.

Un mesero se gana la propina al llevar por encargo el desayuno de los empleados de un comercio.

“El Parque del Crucero”, al cual se le denomina así por encontrarse situado entre las dos avenidas principales de la ciudad, la avenida José López Portillo y la avenida Tulum; la primera conecta con el vecino Estado de Yucatán y la segunda con el resto del Estado de Quintana Roo.

El parque está dentro de una zona comercial, a un costado de una de las primeras plazas comerciales de la ciudad, la cual ha cambiado de nombre con el paso de los años hasta identificársele hoy como “Las Tiendas de Cancún”, del lado izquierdo viendo hacia la avenida José López Portillo se ubica el Mercado del Parián, en frente un centro comercial llamado “El Crucero” y a mano derecha restaurantes de comida casera y más comercios. El parque es de cortas dimensiones, una de las entradas de la plaza converge en él. A su alrededor encontramos maceteros que sirven a la vez de asientos para los visitantes, en la parte central hay un kiosco, todo ello hecho de concreto y herrería.

En el lugar hay elementos de la policía municipal, lo cual lo hace un lugar relativamente seguro por las mañanas. Algunas instituciones educativas montan estantes para ofrecer cursos de capacitación en computación e inglés al público en general, pero sobre todo a estudiantes.

Un bolero prepara a su cliente para lustrar sus zapatos.

Quien camina por el lugar puede observar a los boleros, vendedoras de comida, vendedores de golosinas y a las personas que deciden tomar un descanso antes de continuar con su jornada diaria, ya sea por estar de compras, haciendo trámites o laborando.

«Viva México para quién, ¿para nosotros?, si apenas sobrevivimos.»

Lo que salta a la vista, son los hombres desempleados que van a sentarse para ofrecer sus servicios de plomería, electricidad, albañilería y carpintería. Estos hombres son de diversas partes del país como Veracruz, Tabasco, Chiapas y Yucatán. Algunos de ellos solicitan los servicios de  los boleros, compran algún refresco o comida, se fuman un cigarro mientras conversan amenamente con sus compañeros.

El parque del crucero es un lugar de interacción social con una clara tendencia de búsqueda de oportunidades laborales, la dinámica se centra en ello, pues los hombres que pueden pasar todo el día esperando ser contratados activan una economía de tipo informal conformada por boleros y vendedores.

Una persona adulto mayor pausa la lectura de la prensa para jugar con la hija de una vendedora de comida.

“El parque del pueblo”, así es como se le conoce también a este sitio, además de ser un lugar de paso, es también un lugar identificado por los ciudadanos para conseguir mano de obra y encontrar empleo.

Antrp. Karen Marín

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